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Relatos de Arpilleras
Revista Cambia tu Historia

Mi felicidad

Por Alejandra Beltrán

Mi felicidad, mi obra, es un reflejo de mi infancia, esos momentos en algún rincón de la memoria.
de esos días en que la casa de mis abuelos era mi Participar en este taller me permitió descubrir que
refugio y el sauce llorón, mi confidente. Allí, bajo sus detrás de cada arpillera hay una vida, una lucha, una
ramas, inventaba mundos para llenar las ausencias, voz. Conocer las historias de otras mujeres y compartir

conversaba con mis amigos imaginarios y encontraba la mía fue un regalo, un proceso enriquecedor donde
cobijo en la suave brisa que parecía abrazarme. Hoy, comprendí que cada hilo tiene un propósito, y cada
desde la distancia, miro a mis nietos y veo cómo en una tela, un testimonio de amor y resiliencia.
simple arpillera he logrado entrelazar dos momentos

felices de mi vida: el ayer de una niña que soñaba y el Agradezco a Dios por haberme permitido caminar
presente de una abuela que atesora cada sonrisa. junto a mis compañeras en este hermoso taller. Mi
gratitud también va para CFT Lota Arauco, que me
Al inicio de este taller, no sabía cómo empezar; los abrió las puertas para participar, y especialmente

recuerdos parecían dispersos, como hilos sueltos, a la señora Yeniffer y a la profesora Gladys, cuya
pero bastó un instante, un pensamiento, para que paciencia y dedicación nos animaron a creer que
un recuerdo llamara al otro y comenzara a tejerse lo nuestras historias merecen ser contadas. Gracias por
más importante: mi historia. Cada puntada fue un enseñarnos a escribir con hilos lo que llevamos en

reencuentro; el proceso me conectó con la niña que el alma, porque hoy sé que sí se puede, sí se puede
fui, aquella que encontraba felicidad en las cosas bordar la vida y transformarla en una obra llena de
simples y que, con el paso del tiempo, había guardado significado y memoria.